En su acepción moderna, el término
está unido a las colonizaciones internas, cuando se empieza a utilizar
el vocablo "colonización" en la literatura política
y agronómica de mediados del siglo XIX, para designar no tanto
fundar o establecer "nuevas poblaciones" como "colonizar"
un territorio, es decir, aumentar o mejorar la productividad del mismo.
Así, según el Diccionario de Agricultura de 1855, fundar
colonias significa "el establecimiento de un cierto número
de individuos o de familias en un terreno dado, con el objeto ora de aumentar
y extender su población, ora de mejorar su cultivo." Así
pues, el proceso colonizador es a la vez un proyecto económico-social
y una técnica de intervención en el territorio.
Texto: Cristóbal Gómez Benito |