"Arraigar a la nación a las familias desprovistas de medios de trabajo o de capital para subvenir a su sustento. Su fin es doble: oponer un dique a la emigración y repoblar el país, determinando un cultivo adecuado en terrenos improductivos o deficientemente explotados. El procedimiento se inicia repartiendo entre familias pobres y aptas para el trabajo la propiedad de los terrenos y montes públicos incultos que en esta ley se señalan y mediante las condiciones que en la misma se establecen". (art. 1) Esta ley crea la "Junta Central de Colonización y Repoblación Interior" (precedente del futuro "Instituto Nacional de Colonización" franquista). · Reglamentos de 1908 y de 1918 (proyecto del Vizconde de Ea, Ministro de Fomento). Esta ley dio lugar a 18 colonias, afectó a 11.000 hectáreas y creó 1.788 lotes familiares. Este modelo de colonización cuestiona el
modelo anterior de aislamiento, de "confinamiento" (en palabras
de Severino Aznar), para volver a la idea de poblado, pero no sólo
como conjunto de viviendas familiares, sino como un "ambiente"
dotado de servicios que favorezca la "sociabilidad" y de la
civilización urbana en la vida campesina. Este modelo es claramente
pro-urbano, de modo que el espacio de la colonia ya no se identifica con
el "espacio-fábrica" aislado, sino con un espacio nuevo
donde las cuestiones urbanísticas desempeñan un papel fundamental.
Ahora se trata de "llevar al campo un retazo de urbanismo".
Así pues, la colonia es el poblado, el núcleo rural y su
entorno agrícola transformado, muchas veces por el nuevo regadío.
Este modelo culminará con la colonización del período
franquista. El ideal ruralista del modelo se expresa en la idea de nuevos
asentamientos pulcros, funcionales, higiénicos, dotados de servicios
propios, constituyentes de un ambiente que acabaría por transformar
las pautas habituales del atraso campesino. La acción colonizadora
es obra del Estado y la colonización no sólo es de las tierras
incultas o infrautilizadas sino también de los colonos, del elemento
humano, cuyo resultado ha de ser la modernización y la adopción
progresiva de la cultura urbana y el incremento de la productividad.
Texto: Cristóbal Gómez Benito |