La extraordinaria vivencia que les supuso a los colonos llegar a un lugar y comenzar una nueva vida.
 

Este capítulo está basado en los resultados de 36 entrevistas a colonos y familiares llevadas a cabo durante el mes de febrero y marzo de 2001 en diversos pueblos de colonización de las provincias de Huesca y Zaragoza, y a técnicos del INC que trabajaron en estos pueblos (mayorales y péritos agrícolas), entrevistas realizadas para este trabajo.

  Realidad de unas gentes que poco a poco, con mucho esfuerzo y tenacidad fueron dándole vida a esos nuevos pueblos, y que hoy en día continuan con unas actividades germinadas desde sus orígenes.
   
Textos: Cristobal Gomez Benito
     
  Origen de los colonos Obreros de las obras de infraestructura
    Obreros de las fincas expropiadas
    Habitantes de los pueblos expropiados para construir los pantanos
    De otras provincias de España
    Impresiones
     
  Requisitos Buenos informes de la guardia civil y de las autoridades locales
    Matrimonios con hijos preferentemente
       
  Características del proceso La llegada
    El sorteo de lotes
    Planificación de la llegada
    Los lotes recibidos
    Las familias
    Baja calidad de la tierra.
    Los pueblos
    El desarrollo de la explotación
    El mayoral
    El périto
    Desarrollo de la vida en el pueblo
    El presente
    El futuro

 

Como dice un colono: "Aquí no había nada y aquí ha habido que construir todo, y claro, Colonización hizo mucho, pero quedaba mucho trabajo por hacer por los colonos" (El Temple. Hombre 1ª generación).

"Yo venía de un pueblecito cerca de Biescas, pero allí éramos unos 15 vecinos, y sin agua, ni luz, así que nos vinimos, y no porque hicieran un pantano... aquello desapareció hace 48 años" (Hombre 1º generación).

"Al principio los primeros colonos que se admitían eran los que los habían echado de sus tierras, no sólo por los pantanos, sino que también los de Patrimonio Nacional Forestal compraban muchas fincas en el Pirineo, para hacer repoblaciones. Los segundos eran los del Término Municipal, luego los de la provincia y luego toda España, que normalmente los que venían eran los andaluces y extremeños. También tenían preferencia los que trabajaban en la finca expropiada, que luego continuaban trabajando la misma tierra" (Perito)

"Para la selección de los colonos había unos baremos (...) por supuesto ser católico, creyente... todo esto, y un certificado del párroco de su pueblo, de que era una buena persona, o sea, un certificado religioso, político y de la Guardia Civil, necesitaban los tres (...)" (Perito).

"Para venir aquí había que estar bien con Dios y con la justicia y con el Movimiento, no venía cualquiera" (Hombre 2ª generación).

"Todos veníamos iguales. Si hubiésemos tenido mucho en nuestros pueblos, no nos hubiésemos movido" (Mujer 2ª generación).

"Aquello era un paraíso y me acompañó mucho tiempo la melancolía" (Hombre 2ª generación).
"Parecía esto el oeste, con las ramas esas que dan vueltas" (Hombre 2ª generación).

"Se hablaba de todo allí, en Paridera Baja (...) no lo hacían todo (los funcionarios del INC) en Madrid o Zaragoza desde una oficina, eso era bueno." (Hombre 1ª generación).

"El problema mayor que yo veía ahí (en la casa dentro de la parcela) era cómo llevarles la luz, el agua todavía le veía una solución más fácil, pero la luz..." (Perito).

"Se plantearon en aquel entonces los ingenieros si hacer las casas en el lote o en un núcleo. Afortunadamente se desistió de esa idea y solo se hizo una que sirvió de lote piloto" (Hombre 1ª generación).

"Conseguí alquilar una camioneta y nos vinimos mi mujer, mi suegra y yo desde Cuenca hasta Montesusín. Iban las dos en la parte de atrás, que no había ventanillas ni nada, y no veían por dónde íbamos. Tardamos mucho en llegar porque además yo me perdí por esos caminos, y cuando llegamos y bajamos del coche, mi mujer me dijo, `¿qué es eso?´... y es que el olor de las vacas era muy fuerte, y en nuestro pueblo no había animales... bueno, es una anécdota graciosa" (Mayoral).

"Lo que nos hacía mucha ilusión a los críos entonces era cada vez que venía una familia nueva, porque claro, rara era la semana que no venían... era cuando plena ocupación, cuando iban llegando todos. Pues, `¡a la casa de al lado de la iglesia que viene una familia! ¡ala!... ¿y cuántos hijos tienen? ¿serán de la edad nuestra?´ Esas cosas ¿sabes? Y lo recuerdas con mucho cariño cuando iban llegando las familias" (Mujer 2ª generación).

"El problema mayor que yo veía ahí (en la casa dentro de la parcela) era cómo llevarles la luz, el agua todavía le veía una solución más fácil, pero la luz..." (Perito).
"Se plantearon en aquel entonces los ingenieros si hacer las casas en el lote o en un núcleo. Afortunadamente se desistió de esa idea y solo se hizo una que sirvió de lote piloto" (Hombre 1ª generación).

"Eso estaba bien para tener en la puerta un coche y un teléfono, pero sin nada..." (Hombre 1ª generación).
"No éramos sólo máquinas de trabajar, el estar con más gente y poder hablar con los demás y echarte la partida era muy importante" (Hombre 1ª generación).

"Cuando llegamos nosotros aquí trabajamos de lo lindo, porque había que hacerlo todo a mano, nos íbamos andando a la acequia a lavar la ropa, y la que tuviera bici en bici. Fue mucho trabajo pero éramofelices" (Mujer 1ª generación).

"Como no teníamos nada, estábamos contentos de que nos dieran esto. Era una aventura venir aquí, pero veníamos ya de una aventura de cada día" (Mujer 1ª generación).

"Cuando llegamos yo tenía 8 años y tenía tres hermanos mayores que yo, o sea que mi padre tenía mano de obra suficiente" (Mujer 2ª generación).

"Los primeros años no se podía hacer nada, porque no había dinero, ni por qué no decirlo, no había mucha seguridad de que aquí se pudiera supervivir" (Hombre 1ª generación).

"Se hacía un estudio económico para ver con cuántas has. podía vivir una familia, y como los lotes aumentaron de superficie, se hicieron más casas que lotes en algunos pueblos" (Perito).

"Los pueblos, generalmente se hacían en el centro de la finca, para que las parcelas quedasen alrededor del pueblo, y nosotros delimitábamos las zonas urbanas y replanteábamos las calles, es decir dábamos los dos ejes principales sobre los que hacer las calles, lo demás ya era trabajo de los arquitectos" (Perito).

"Echábamos en falta que no hubieran hecho los tres pueblos juntos, y habríamos hecho un pueblo majo" (mujer 2ª generación).

"Aquí lo peor que hicieron fue hacer dos clases de vivienda, las debían de haber hecho todas igual, porque si vinimos todos igual..." (Mujer 1ª generación)."A lo mejor haber hecho las casas iguales hubiera sido mejor, menos complicado" (Perito).

"Nos encontramos aquí una casa tan preciosa, nueva a estrenar, grande, con mucho sol, bueno, parece que veníamos al paraíso..." (Mujer 2ª generación).

"Los artesanos eran aquellos colonos a los que no se les daba una parcela de tierra para trabajarla pero sí recibían un huerto y una casa con espacio para poder instalar un comercio, ya fuera una panadería, una tienda de comestibles, o una especie de ultramarinos donde poder comprar distintos productos (desde abonos hasta bombillas o café).

"Decían (algunos habitantes de los pueblos viejos) que estos pueblos eran todos iguales y las casas también, y la verdad es que en los primeros años la gente se confundía de casa, entrabas en la del vecino, y al entrar te dabas cuenta de que no era la tuya, sobre todo los niños" (Hombre 2ª generación).

"Decían ...`¿Qué vais a ir, al pueblo nuevo? Allí os moriréis de hambre' " (Hombre 1ª generación)."Al vernos decían `colonos más que colonos´ y esas cosas se te quedan aquí (en la cabeza)" (Mujer 2ª generación).

"Al venir aquí nos miraban un poco ...`¿Dónde creéis que vais?, si os vais a morir de hambre´ y pensaban que volveríamos al pueblo (viejo)" (Hombre 2ª generación).

"En vez de venir a buscarnos un medio de vida, parecía que veníamos a usurparles unas tierras que les pertenecían" (Hombre 1ª generación).

"Al llegar nos dieron una yegua y un carro para labrar y una vaca, que tenías que pagarla con la recría, o sea, cuando esa vaca paría, se le daba la cría a colonización y ellos se la daban a otro colono de otro pueblo. También daban las semillas y el abono, y al final del año pagabas con la mitad de la cosecha" (Hombre 1ª generación)

"No cogimos ni vacas ni caballerías, y le compramos una mula a un guardia, para no dar gasto en colonización. Lo mejor de todo es pagar" (Mujer 1ª generación).

"Si querías pagabas, y si no lo dejabas para el año siguiente, pero al año siguiente tenías que pagar los dos... mucha gente no pagó y luego tuvo que pagar de golpe, o se tuvo que ir" (Mujer 1ª generación).
"Los primeros tiempos fueron difíciles, difíciles a más no poder, hubo gente que llegó a pasar hambre... las cosechas eran muy malas, sembraban 8 o 10 has. de trigo y cogían 3" (Hombre 1ª generación).
"...Ahora, que eran tiempos malos porque mis hermanos además de trabajar la tierra, iban a jornal, y al final de mes se llegaba mal" (Mujer 2ª generación).
"Sólo empleábamos una mano para comer porque no había pan" (Hombre 1ª generación).

"Al principio el INC más o menos decía qué cultivar, pero eso era para los que no sabían, o eran obreros, o venían de otras zonas agrícolas. Nosotros discutíamos con los ingenieros sobre los cultivos" (Hombre 1ª generación).

"Este pueblo (El Temple) se podía considerar como una buena escuela profesional, por lo menos para el que quería aprender" (Hombre 1ª generación).

"El agua cura las tierras, hay que probarlas y trabajarlas. A la tierra no la engañas, podrás engañar a una persona, pero no a la tierra" (Hombre 1ª generación).
"No hay nada peor que empezar a decir que una chica es fea, porque se lo llega a creer, hasta que llega uno y se la lleva y se vuelve guapa, lo mismo pasa con la tierra. No se puede decir esta tierra es mala, hay que empezar a cuidarla y trabajarla" (Hombre 1ª generación).
"La obra no produce nada, solo gastos, sin embargo la tierra sí produce, y puedes vivir de cualquier manera" (Hombre 1ª generación).
"... Y somos el motor de la vida, los labradores, si no caminamos nosotros, no da vueltas el mundo, porque viene todo de la tierra" (Mujer 1ª generación).

"Poníamos lo que más fácil era para poder ir a trabajar fuera, aunque pusimos también remolacha, y se recogía a mano. Vale más un jornal de cada día que esperar a lo que el tiempo te trae" (Mujer 1ª generación).

"Mi padre era albañil, y al llegar trabajaba la tierra con mi hermano mayor, pero mi padre seguía yendo a trabajar al pantano de la Sotonera, porque la tierra era muy poca para toda la familia" (Hombre 2ª generación).

"Entonces por cualquier cosa te lo quitaban. Mucha gente se fue y a otros los echaron. Pedían un nivel de exigencia, y lo comprendo, es lógico, si han puesto en tus manos una tierra y una casa, si no lo cuidas bien... es lógico, hay de todo en esta vida" (Mujer 2º generación).

"Tenemos la ventaja que no la tienen estos (los vecinos) que al dar la casa en la esquina, podemos hacer por ahí una puerta falsa para entrar con el tractor de la calle, y estos no pueden entrar por aquí (por la entrada al patio) porque el tractor les pega arriba, y es una ventaja... cuando teníamos vacas entrábamos con la alfalfa hasta el granero, y estos no podían, no pueden." (Hombre 1ª generación).
"O miraron poco lejos, o tenían poco dinero y no pudieron hacer más. Tendrían que haber tenido miras más largas, al ser una cosa estatal" (Hombre 2ª generación).

"No recuerdo haber orientado a los colonos en tipo de cultivos. Pero si hacía falta se les orientaba, esa era la función del mayoral, lo que pasa es que en España somos muy difíciles de enseñar" (Perito).

"El primer y segundo año, de vez en cuando, sin avisar, venían el mayoral y el perito y alguien del INC a inspeccionar la casa, para ver si estaba limpia y en buenas condiciones higiénicas" (Mujer 2ª generación).

"Estábamos en un régimen autoritario, y entonces había que... Estábamos un poco dominados" (Hombre 1ª generación).

"Las confidencias destruyen las relaciones, las intimidades las destrozan y el respeto las conservan" (Mayoral).

"Hubo hasta tres mayorales aquí, uno con los sementales, otro en el almacén con los abonos y las semillas, y otro de papeleos de relación más directa con los peritos... también llevaba él la oficina del agua y la junta de parceleros. Nosotros no podíamos hacer estas cosas por la poca formación y por el mucho trabajo. Todo lo que fuera con pluma de escribir pasaba por los mayorales" (Hombre 1ª generación).
"Aquí había mayoral, perito, guarda y jardinero también" (Hombre 2ª generación).
"El mayoral pasaba un examen, por lo que sabía, pero más la teoría que la práctica" (Mujer 1ª generación).
"Al mayoral se le acusaba mucho de que no actuaba con transparencia, pero también ha hecho un poco de juez, hasta intervenir en las riñas de las familias. La gente acudía al mayoral para todo" (Mayoral).

"A mí lo de los ensayos me gustaba mucho. No se ganaba nada, porque aunque te daban algo de dinero, se perdía mucho tiempo y trabajo, pero aprendías tú. Por ejemplo, yo planté pimiento en la misma tierra, con el mismo abono y el mismo trabajo, y si el pimiento estaba muy cerca, el pimiento salía pequeño, y si se ponía muy separado, salía un pimiento muy gordo, pero había poca cantidad" (Hombre 1ª generación).

"No se podía vivir sólo con la tierra, así que en el pueblo llegó a haber 900 vacas y cerdos que luego se llevaban a granjas" (Hombre 2ª generación).
"Aunque las vacas eran muy esclavas, no pasamos hambre porque siempre había leche, y tocinos. Además los animales también nos unieron mucho porque había en todas las casas... igual personas que animales, todos éramos uno" (Mujer 1ª generación).
"Los animales nos han salvado en estos pueblos. Nosotros teníamos vacas de leche y al principio era todo manual, pero luego tuvimos una ordeñadora y un tanque de enfriar la leche así que producíamos mucha leche para RAM" (Hombre 1ª generación).
"Yo he tenido 40 terneros en el corral y mi mujer y yo cada día lo arreglábamos... como eran de destete, los tenía 3 meses y luego se los llevaban, pero ese negocio se fue a pique" (Hombre 1ª generación).
"Llegamos a tener 12 o 14 vacas y 60 tocinos (cerdos) así que el trabajo en las cuadras era duro, por las mañanas, antes de ir al colegio nos levantábamos para dejar arreglados los animales" (Mujer 2ª generación).

"Tuvimos que coger el abandono, porque ya no compraban la leche. Nos lo denegaron dos años porque era necesario tener un cupo de leche, primero los que tenían menos. Al tercer año se le dio a todo el mundo... y bien que se está sin vacas" (Mujer 1ª generación). "Es como todo, si hay industria bien, si no, se acabó" (Mujer 1ª generación).

"Somos muy individualistas, además estamos de distintas zonas, también de la montaña, y eso ha hecho que cada uno se organizara de forma individual" (Hombre 2ª generación)"No han caído bien las cooperativas. Cada uno vamos por nuestra cuenta" (Mujer 1ª generación).

"Un año se nos quemó el remolque, y sin nosotros pedirlo, hicieron una colecta entre todo el pueblo para uno nuevo" (Mujer 2ª generación). "Me acuerdo en un baile que de repente, nos quedamos sin chicos, porque todos ellos se fueron a recoger el alfal porque llovía" (Mujer 2ª generación).

"Esto era por todo, la agricultura nunca ha sido muy próspera, entonces si les restabas algo de lo poco que cogían, los ahogabas, claro... había de todo, había quien vivía estupendamente, pero claro..." (Perito).

"Colonización se podía considerar como un padre, un padre bastante hace que trae al mundo unos hijos, les da de comer, les enseña a andar y les lleva a la escuela, pero en un momento dado tiene que decir, bueno, hijo mío, hasta aquí hemos llegado (...) Aquí hay que admitir que colonización era como un padre, porque nos ayudaba como un padre a un hijo en lo que se demostraba que hacía falta, pero no puedes esperar que todo te lo haga el padre, primero porque era imposible (...) Si hubiera seguido su protección, hubiera sido una especie de comunismo, hay que dejar que el hombre se realice" (Hombre 1ª generación).

"No pagábamos casi nada hasta hace 8 años, que nos dieron la titularidad. Ya sabemos lo que vale. Sólo pagábamos la contribución y los gastos que hacíamos a colonización... Lo dejaron quieto, quieto, quieto y así pasó el tiempo" (Hombre 1ª generación).

"Trabajábamos tanto que no nos daba tiempo a pensar por qué estábamos aquí" (Hombre 1ª generación).

"Como habíamos trabajado tanto de crías, el trabajo luego en las torres nos parecía normal" (Mujer 1ª generación).

"La escuela fue una de las cosas que primero funcionó, la maestra venía de Huesca, desde Almudévar venía en moto, era moderna para aquel entonces, y eso que tenía una casa para ella en el pueblo, la de los maestros." (Mujer 2ª generación).

"El primer maestro que llegó vino de Huesca, y vivió en nuestra casa porque la suya no se había acabado todavía. Lo que perdía por un lado, al tener que hospedarlo, lo ganaba por otro al tener maestro para los niños." (Hombre 1ª generación).

"Éramos más de 100 niños en la escuela, y estaba la de niños y la de niñas, con una plaquita en la entrada que lo ponía, y que todavía está. Yo no quiero que las quiten porque me parece bonito, para que se recuerde cómo era" (Hombre 2ª generación).

"Casi siempre el propietario del lote arrastra al cónyuge" (Mujer 2ª generación).

"Eran más fáciles las relaciones cuando no nos conocíamos, que todos nos juntábamos con todos, que ahora que ya no nos conocemos y sabemos cómo es cada uno" (Mujer 2ª generación).

"Una de las cosas buenas es que aquí, ha sido una suerte muy grande el que haya venido gente de tantos puntos de España, porque más que nos pese, no hay en el mundo una sola persona que no pueda aportar a las demás algo bueno, yo pienso así. Por ejemplo las mujeres sevillanas pusieron flores en las puertas, y todas las demás hicieron lo mismo, dos hombres que eran vaqueros hacían de veterinarios en todo el pueblo y otros conocían muy bien el cultivo de la remolacha, otros las hortalizas, y los de la montaña la ganadería. La unión tremenda fue lo que hizo que el pueblo prosperase" (Hombre 1ª generación).

"Los peritos proponían a los colonos para la Junta de colonos, eran los que en teoría administraban y se preocupaban de que el pueblo funcionase, era un principio de Ayuntamiento, igual que los almacenes podían ser un principio de cooperativa. Se procuraba ayudarles y estar con ellos y el perito era el asesor de la Junta, sólo iba si le llamaban" (Perito).

"Una de las paradojas de estos pueblos es que el cura tenía una casa enorme y era soltero... mientras que algunas familias tenían que vivir en casas de obrero pequeñas" (Hombre 1ª generación).

"La fe no es algo separado de la vida, sino que está entre las dos" (Cura).

"Había un club social donde los domingos por las tardes, porque hasta el medio día se trabajaba igual, y se iba a bailar con un tocadiscos, aunque otras veces allí se proyectaban películas. La Junta de colonos compró una televisión para que la viera todo el pueblo en la sala de televisión, donde había una silla numerada por el número de lote, y si iban más de uno por lote, pues había que llevar una silla, y a los niños no nos dejaban entrar. Mi madre se iba con la silla y la bolsa de agua caliente, porque decía que hacía frío" (Hombre 2ª generación).

"Cuando era joven había muchos fines de semana que no podía moverme del pueblo, ¿a dónde ibas a ir? . Los chicos que tenían moto salían, pero las chicas nos quedábamos aquí, porque estaba mal visto que salieras. Los fines de semana aquí eran un aburrimiento" (Mujer 2ª generación).

"Al hacer la iglesia ya pusieron el Santo, y era San Lino, que fue un Obispo de Huesca que se llamaba así. Vinimos ya con el Santo puesto" (Mujer 2ª generación).

"Pues mira, lo de la herencia fue fácil, porque dos hermanos estaban fuera y renunciaron al lote, el otro se hizo él colono, y mi hermana se casó con un colono, así que fui yo, el pequeño, el que se quedó con el lote. Lo que sí se repartió entre todos fueron unas pocas tierras que teníamos en Almudevar" (Hombre adulto, 2ª generación).

"Lo que me queda es arrendar el lote, porque si se lo doy a una, las demás hijas se enfadan, y si lo vendo y reparto el dinero también puede verse mal, y yo con mi jubilación sólo no puedo vivir, así que el día que nos muramos mi mujer y yo, que las hijas hagan con él lo que quieran. Así estamos mientras todos juntos y no creamos problemas" (Hombre mayor, 1ª generación).

"Ahora con 12 has no se puede vivir. La agricultura de hace 30 años no tiene nada que ver con la de ahora, era una agricultura de subsistencia y se tenía un par de vacas. Ahora todo es diferente, se necesita mucha tierra, y el que tiene vacas, ha de tener muchas vacas" (Hombre adulto, 1ª generación).

"En 1965 las manzanas las vendíamos a 15 Ptas. el Kg, este año las he cobrado a 20 Ptas. el Kg, y el coste de producción es de 18 a 22 Ptas. el Kg ... ¿Qué cómo lo hacemos? Pues con nuestro trabajo a tope". (Hombre mayor 1ª generación).

"Antes, con Colonización, si sacabas más te premiaban, si no sacabas más de 3.000 Kg por ha. de trigo, te decían que te echaban. Ahora incluso te premian si sacas poco, si sacas más te multan. ¿Para qué vas a sacar si luego te van a pagar menos? O sea, que muy diferente que antes, ya no hay esa competitividad o esa ilusión por tener una gran cosecha." (Hombre adulto 2ª generación).
"Antes se incentivaba la producción, ahora te lo dan en compensación a los bajos precios" (Hombre adulto 1ª generación).
"Con las subvenciones ganará el que tenga mucha tierra, pero nosotros sin la subvención no podríamos seguir adelante, la subvención es lo único que te queda luego para comer. Si nos la quitan, habrá que dejar la tierra abandonada. Sería mejor que los precios cambiaran, para que nadie tenga que decir `os lo han dado´. Hace mucho que el precio del producto no sube y las inversiones no paran de subir, preferiríamos que no hubiese necesidad de que nos dieran las subvenciones, pero hoy son imprescindibles" (Mujer adulta 2ª generación).

"Nos estamos quedando pocos en la agricultura porque es complicada, nos dan ayudas para poder vivir, pero está muy poco remunerada, no es sólo que dé mucho trabajo. La agricultura no se apoya lo que se debiera apoyar" (Hombre adulto 2ª generación).

"En la agricultura tienes que saber mecánica, para el tractor, tienes que ser químico, para los abonos, tienes que llevar una contabilidad de la tierra, tienes que tener una responsabilidad tremenda, porque tú mismo eres tu jefe, eres empresario... tienes que saber de todo. Por eso no pueden decir que el más tonto al campo. Ser un buen agricultor es difícil. Ahora la gente joven está preparándose más estudiando en la universidad." (Hombre adulto, 1ª generación).

"Yo estoy en que todo el mundo tiene que ir legalizado, pero no sé cómo se solucionará (...) Nosotros también hemos sido inmigrantes, la diferencia es que nosotros sí veníamos con papeles, esto es lo que habría que hacer ahora". (Hombre mayor, 1ª generación).

"Aunque den hectáreas, si no las puedes regar, ¿Para qué las quieres?. Yo creo que este siglo va a ser la batalla del agua" (Hombre adulto 2ª generación).
"A mí el agua es que, me hablan de agua y ... veo vida por todos los lados. El problema es que a nosotros nos dan dinero por dejar de regar, porque alimentamos a pocas familias, y se llevan el agua donde se le saca más beneficio económico, por los campos de golf, los parques temáticos, o lo que sea." (Hombre adulto 1ª generación).

"Si fuese hoy... ¡qué difícil sería que yo me hiciese agricultor!, y te lo dice un agricultor" (Hombre mayor 1ª generación).

"Nosotros mismos incentivamos a los hijos para que se vayan" (Hombre adulto 1ª generación).

"Yo, al venir aquí, buscaba una libertad que en la ciudad no se encuentra, nos irá mal en la agricultura, pero eso de levantarte cuando te da la gana, salir al campo, plantar el árbol, que parece que estás dando vida, primero para ti, segundo lo que te rodea... El vivir aquí es tranquilidad, es paz, es libertad, y eso no se puede comparar con nada" (Hombre adulto, 1ª generación).

"Yo quiero ser libre, tendré mucho, tendré poco, pero quiero ser libre" (Hombre mayor 1ª generación).
"La agricultura yo creo que tiene que seguir, aunque está ahora muy mal, y como único medio de vida no puede ser, pero la tierra es algo que te llama, el que lo ha vivido siempre... Nosotros lo estamos manteniendo por amor al arte, por sentimentalismo" (Mujer adulta 2ª generación).

"Si aquí ponen una General Motors, la tierra no se trabajará más que los domingos" (Hombre adulto 1ª generación).

"Una fase mala del pueblo fue cuando Colonización prohibió que se construyeran casas para los hijos de colonos dentro de las casas que ya había. Esto hizo que muchos jóvenes se tuvieran que ir del pueblo... una hija mía se fue. Luego esa ley la quitaron, pero bajo aquel concepto se perdió mucha juventud en el pueblo" (Hombre mayor 1ª generación).

"Hay una ventaja, cerraron la tienda y ahora nos lo traen todo a casa" (Hombre mayor 1ª generación).
"Con la autopista tardamos menos en ir a comprar a Huesca que a Almudevar" (Mujer adulta, 2ª generación).

"Ahora con el coche y las carreteras, trabajamos menos que cuando no se podía salir del pueblo y la única tienda era esta. Ahora nos llega antes la mercancía y la gente también se va fuera a comprar" (Hombre mayor 1ª generación).

"Estos pueblos son complicados hasta para los hijos, porque acaban teniendo dos cuadrillas, los amigos de la universidad en Zaragoza, con los que están durante todo el curso, y los amigos del pueblo de la infancia y del veraneo" (Hombre adulto, 2ª generación).

"Ahora tiene la culpa esto (señalando a la televisión) de que la gente se vea menos y cada uno esté más en su casa" (Mujer mayor 1ª generación).

"Todo ha cambiado mucho. Antes nos conformábamos con muy poquica cosa, y ahora yo creo que nos hemos equiparado con las capitales en eso de gastar" (Mujer adulta 2ª generación).
"Éramos más felices nosotros que ahora los jóvenes, y eso que tienen de todo. Trabajábamos mucho y estábamos todo el día cantando, yo no oigo cantar a nadie ahora" (Mujer mayor 1ª generación).
"Hemos pasado de todo, y ahora que es cuando estamos bien, nos hemos hecho mayores, ¿qué te parece a ti?" (Mujer mayor 1ª generación).
"¿Quién iba a pensar que aquello del teléfono, que sólo había uno en el pueblo, y las comunicaciones iba a dar mucho más dinero, como el Internet, que la agricultura? Y así es. Nos ha tocado vivir un maremagno de cambios" (Mayoral).

"Aquí la calidad de vida es mejor, no hay prisas, entra todo el mundo sin llamar y se dejan las llaves puestas, y el coche abierto" (Mujer joven, 3ª generación). "Yo no me planteo trabajar en la agricultura, como ayuda el fin de semana sí, pero no como actividad principal" (Hombre joven 3ª generación).
"¿El origen del pueblo?... Es como cualquiera que ha nacido en cualquier otro sitio, pues ha nacido allí y tiene lo que ve. Como siempre lo has visto así, pues tampoco te lo preguntas" (Mujer joven 3ª generación).

"En el bar son todos mayores jugando a las cartas, y está todavía mal visto que entren las mujeres, así que a nosotros y sobre todo a los jóvenes, se les quitan las ganas de ir" (Hombre adulto 2ª generación).

"El arraigo lo hace el estar. En los pueblos viejos las relaciones vienen definidas por generaciones, quien se lleva bien, se lleva bien y quien no, no, es algo que se transmite de padres a hijos y de abuelos a nietos. Aquí eso no pasa porque todavía no ha dado tiempo" (Mujer adulta 2ª generación).
"Nos llevamos bien, pero hay falta de raíces en las relaciones, porque para eso es muy importante haber pasado la infancia... los amigos de la infancia marcan mucho, y si cuando eres mayor tienes algún problema con un vecino, te acuerdas de que jugabais juntos, y puedes solucionarlo, pero aquí si ha habido algún problema, hay menos razones para solucionarlo, y así ves a los viejicos tomando el sol, uno en un banco y el otro en el banco de al lado, en vez de sentarse juntos" (Mujer adulta 2ª generación).

"En el futuro habrá 3 o 4 agricultores que llevarán toda la tierra al precio que le quieran pagar. El pequeño agricultor desaparece" (Hombre 1ª generación).
"Esto ha de volver a un amo sólo, como estaba antes" (Mujer 1ª generación). "A largo plazo pasará lo que en todos los pueblos, que se quedará deshabitado. De aquí a 20 años habrá 5 u 8 que se dediquen a la agricultura, es un problema general de la agricultura. El futuro de los pueblos es de viejos". (Hombre 2ª generación).

"Seré un jardinero de Europa, pagarán por poner trigo y maíz, aunque luego lo tiren". (Hombre 2ª generación).

"El futuro de la agricultura está muy mal en toda España, la llevarán muy pocos, y el pueblo será de jubilados y veraneantes. A los pueblos viejos les pasa igual, si no hay industria, la gente se va" (Hombre 2ª generación)."El futuro puede ser como residencia de fin de semana" (Mujer 1ª generación).

"Nos tenemos que anticipar a la UE para que las cosas las hagan donde nosotros digamos" (Mujer 2ª generación).

 

ORIGEN DE LOS COLONOS
Obreros de las obras de infraestructura
En el caso de Aragón, los colonos procedían mayoritariamente de las propias zonas de actuación: de los municipios y de la provincia en los que se intervenía. Se trataba en estos casos de trabajadores del propio INC que habían intervenido en la realización de las obras de infraestructura de los regadíos y, una vez finalizadas, se les daba opción de pasar a ser colonos con casa y tierra, como los demás, ya fuera en el mismo pueblo donde estuvieron como obreros o en otros pueblos de colonización donde hubiera lotes libres.
Obreros de las fincas expropiadas
Sobre todo, eran jornaleros que trabajaban en las fincas expropiadas y para los propietarios de la zona y, más tarde, también pequeños agricultores con explotaciones insuficientes.
Habitantes de los pueblos expropiados en la construcción de los pantanos y de la montaña

Otro contingente importante procedía de la montaña pirenaica y prepirenaica, de localidades expulsadas por la construcción de los pantanos y por la repoblación forestal, a los que se les daba prioridad para acceder a los lotes de colonización, pero también hubo familias que eran de pueblos de la montaña, en los que no se hicieron pantanos ni repoblaciones, pero que desaparecieron por el escaso número de habitantes que tenían y las duras condiciones en las que sobrevivian3.

3 "Yo venía de un pueblecito cerca de Biescas, pero allí éramos unos 15 vecinos, y sin agua, ni luz, así que nos vinimos, y no porque hicieran un pantano... aquello desapareció hace 48 años" (Hombre 1º generación).

De otras provincias de España

Otro contingente de colonos procedían de otras provincias y regiones (especialmente de Andalucía y Extremadura) que trabajaban ya en la zona como jornaleros agrícolas o como peones del INC y que se trajeron a sus familias4 . Esta diversidad de procedencias se acentúa en los últimos pueblos que se crean. Por otra parte, uno de los requisitos fundamentales para poder ser colono en estos nuevos pueblos, era ser un matrimonio con hijos, cuantos más hijos mejor, así habría más población en los pueblos.

REQUISITOS
Buenos informes de la guardia civil y de las autoridades locales

Múltiples eran pues las formas de acceder a la condición de colono, pero siempre se debía contar con buenos informes de la Guardia Civil y de las autoridades locales4 . Normalmente la solicitud para ser colono se entregaba en los Ayuntamientos de los pueblos viejos, en cuyo municipio se integraba el nuevo poblado, y tenía que estar firmada por el Alcalde del pueblo en el que vivía la familia.

"Para la selección de los colonos había unos baremos (...) por supuesto ser católico, creyente... todo esto, y un certificado del párroco de su pueblo, de que era una buena persona, o sea, un certificado religioso, político y de la Guardia Civil, necesitaban los tres (...)" (Perito).

"Para venir aquí había que estar bien con Dios y con la justicia y con el Movimiento, no venía cualquiera" (Hombre 2ª generación).

Impresiones a la llegada
La incertidumbre y las dudas eran frecuentes. Al fin y al cabo, no se sabía muy bien qué iba a ser de esos pueblos nuevos que nadie conocía y que se consideraba que tenían las peores tierras de la finca donde se construyeron. Pero las difíciles condiciones de vida de los trabajadores del campo de los años 50 y 60 al final les empujaba a tomar la decisión de solicitar un lote de colonización6 y a afrontar su nueva vida con cierta ilusión. Distinto es el caso de las personas que tuvieron que dejar sus pueblos a la fuerza, que no tuvieron más remedio que hacerse colonos.
Algunos, aunque fueron forzados, venían de una situación también difícil, así que se plantearon el acceso a una nueva casa y un terreno como una mejora, pero hubo otros que tenían alguna tierra, o incluso animales o algún negocio, con lo que la llegada a los pueblos de colonización la vivieron como una derrota. Hay que tener en cuenta que las familias que fueron expulsadas de sus pueblos procedían principalmente de los valles de las montañas, donde el paisaje era verde y escarpado, con vegetación, con ríos, y llegaron a unos pueblos que estaban construyendo en lugares más o menos llanos, con algún barranco o cantera, con construcciones de hormigón para los recién creados regadíos y algo desértico. El contraste con el nuevo paisaje les causó honda impresión .
Existen diferencias entre los primeros pueblos, Ontinar de Salz (Zaragoza) y El Temple (Huesca), regados por la acequia de La Violada, donde sus habitantes llegaron a final de los 40 y principios de los 50, y los últimos pueblos construidos en la provincia de Huesca que fueron La Cartuja de Monegros y San Juan del Flumen, donde los colonos llegaron a final de los 60 y principios de los 70. La incertidumbre de los habitantes de los primeros pueblos era mayor porque no tenían ninguna referencia de otros pueblos de colonización. En El Temple, por ejemplo, los primeros colonos llegaron en el año 1945, cuando todavía no existía el pueblo, a cultivar las tierras de la zona donde luego se construirían las casas. Procedían de valle del río Jalón, donde hubo unos años que el agua escaseó, y las familias vivían en los almacenes de la casa que existía en la finca (Paridera Baja), casa en la que se relacionaban los colonos con los ingenieros y peritos del INC que planeaban las obras de colonización, ya que alguna noche estos últimos dormían también allí (dentro de la casa) .
En los últimos pueblos construidos por el INC, sus habitantes, antes de llegar, ya conocían el proceso de creación de pueblos nuevos e incluso muchos de la primera generación de habitantes de La Cartuja de Monegros o de San Juan de Flumen eran hijos de colonos de otros pueblos que, al casarse, podían optar a un lote. Por tanto, ya tenían relación con lo que fue el INC y más tarde con el IRYDA y estaban familiarizados con el funcionamiento y el trabajo en estos pueblos. Así, en las últimas fases de construcción de los pueblos, se introduce una nueva vía de ser colono, que era el de ser matrimonio donde ambos cónyuges o uno de los dos fuese hijo/a de colono, aunque no tuvieran hijos. En estos últimos pueblos también se corrigieron algunas cosas que no dieron resultado en los primeros pueblos del INC, como veremos más adelante.
La llegada
El traslado a los nuevos pueblos cada uno lo hacía como podía: algunos en taxi, si procedían de los pueblos cercanos volviendo más tarde a por alguna cosa que dejaron en la casa de la que se fueron; otros cargaban en un carro los enseres que cupieran y, con toda la familia, hacían el trayecto de una sola vez. Muchas de estas familias eran numerosas, con cuatro y cinco hijos y, en algunos casos, venía el padre o la madre (ya viudos) de alguno de los cónyuges, con lo cual el espacio para poder transportar muebles o ropa era bastante reducido, aunque a veces una mesa y unos platos era todo lo que tenían .
A las primeras familias en llegar al pueblo les podía esperar el perito junto con el mayoral para enseñar a los recién llegados cuál era su casa y dónde estaban su huerto y su lote de tierra, a las familias que iban llegando más tarde, eran los primeros colonos los que los recibían y esto se convertía en todo un acontecimiento . La ocupación de los pueblos no se realizaba de una sola vez, sino que había un tiempo entre los 8 meses y un año (dependiendo del tamaño del pueblo) durante el cual iban llegando poco a poco las distintas familias, incluso aunque la mayoría procediera del pueblo viejo más cercano. Había otros casos en los que el lapso de tiempo fue mayor, porque el pueblo se construyó en varias fases, pudiendo pasar dos o tres años hasta que se ocupó.
El sorteo de lotes
El sorteo de los lotes, es decir la casa, la parcela y el huerto (aunque el término lote se utiliza normalmente para nombrar la parcela de tierra únicamente) se solía efectuar en el Ayuntamiento del pueblo cabecera del Término Municipal, donde tenían que dejar los futuros colonos su solicitud, o sobre el terreno de las parcelas para que cada uno pudiera ir a verlas. La persona que llevaba a cabo el sorteo era el perito o el ingeniero de la zona, y en su defecto, alguna persona del INC.
Cada lote tenía un número y el padre de familia, que era el colono, cogía un número y el lote que llevara ese número era el que se le adjudicaba. Por ejemplo, un sorteo se podía efectuar con papeles con un número escrito, doblados y metidos en una boina que sujetaba el perito y de la que cada colono, uno detrás de otro, cogía su número.

Los futuros colonos que trabajaban realizando las nivelaciones en las parcelas o construyendo las acequias, conocían antes del sorteo las parcelas y muchos de ellos vieron cómo se construía el pueblo en el que iban a vivir. Pero otros muchos, el día que llegaban al pueblo para vivir era la primera vez que lo veían, y también las parcelas, aunque viniesen del pueblo viejo que estaba tan solo a 4 o 5 Km, y, desde luego, éste era el caso de la mayoría de las mujeres y niños que llegaban con sus maridos o con sus padres.
Planificación
Al principio, en cada pueblo se instalaba un colono con un lote piloto que servía de referente a los demás y les enseñara la cultura del regadío. Esta figura se enmarcaba dentro de la idea, que el Ministro Cavestany defendió tras conocer el ejemplo de Estados Unidos, de planificar la colonización como viviendas unifamiliares aisladas, construidas dentro de cada parcela, y no conformando un núcleo urbano. Así, parece que hubo un intento de poner esta idea en práctica, pero no tuvo éxito por las dificultades técnicas en la incorporación de las infraestructuras básicas en cada una de las casas y, sobre todo, por el aislamiento social que suponía para sus habitantes y el rechazo que expresaban los colonos . Finalmente la idea de las casas aisladas en los lotes quedó reflejada únicamente en la figura del colono del lote piloto, pero tampoco duró mucho.

 

Pero hubo una excepción en un pueblo donde esta idea se llevó a cabo, fue en Sodeto (regado por el canal del Flumen), donde se construyeron unas 14 viviendas aisladas dentro de cada parcela (llamadas "torres"), en siete de las cuales vivieron las primeras familias de colonos que llegaron en 1959 a lo que, más tarde (1963), fue el pueblo de Sodeto. Las demás casas no llegaron a ocuparse.

 

La llegada de estas siete familias a las casas dentro de las parcelas fue una situación particular, ya que no llegaron a un pueblo más o menos ocupado o más o menos terminado, sino que llegaron a un lugar donde estaba únicamente su casa con la parcela, y algún vecino a uno o dos Kms.

Una vez que se construyó el pueblo y empezó a ocuparse, estas primeras siete familias se trasladaron a vivir al pueblo a una nueva casa, aunque conservaron "la torre" y seguían cultivando el mismo lote. Por lo tanto, ellos también vieron construir su futuro pueblo.

Los lotes recibidos

Las casas tenían dos alturas, una cocina abajo y las habitaciones arriba, un patio para los animales y el almacén.
No tenían ni luz ni agua, cogían el agua de la acequia, una situación habitual compartida por la mayoría de los colonos los primeros años.
La parcela era de unas 7 has, y el INC les daba una yegua y una vaca, aparte de las semillas y el abono para cultivar una tierra que necesitaba mucho trabajo para poder producir .

Al llegar, recibían de Colonización la casa, un huerto, la parcela, una yegua, un remolque, una vaca, algunos un macho, algún cerdo, y las semillas y el abono para poder cultivar.

Así pues, se puede decir que la llegada a los pueblos nuevos se hacía de forma escalonada, cada familia traía lo que pudo subir al carro o al taxi, y normalmente llegaban ilusionados y expectantes.
Las familias
Muchas familias eran numerosas, con más de tres hijos, ya que era un punto a favor para poder ser colono, y dependía mucho de las edades de los hijos que se pidiera más o menos ayudas para cultivar la tierra o más o menos animales: si los hijos eran mayores podían ayudar al padre en el trabajo en el lote, o ir a trabajar "a jornal", y las hijas ayudar a la madre en la casa y sobre todo con los animales . Estas estrategias eran fundamentales al principio, todo lo que el INC daba a los nuevos habitantes era una forma de endeudarse para la familia, que tenían que ir pagándolo cada año . En este primer momento era muy importante el disponer de alguna propiedad o algún ahorro, el ser agricultores o jornaleros, todo ello condicionaría la evolución de las familias y las estrategias seguidas.
Baja calidad de la tierra
Cada lote de tierra estaba concentrado en una misma parcela (excepto en el caso de los últimos pueblos construidos en al provincia de Huesca -Cartuja de Monegros y San Juan de Flumen- donde el lote estaba repartido en dos parcelas separadas para repartir la tierra buena y la mala), y en cada pueblo los tamaños eran similares, aunque alguno podía ser algo más grande para compensar que la tierra era peor. No todos los lotes tenían la misma calidad. El tamaño del lote solía estar entre las 7 has de los primeros pueblos, y las 14 has de los últimos pueblos construidos, fue aumentando de los primeros pueblos a los últimos porque, a su vez, aumentó la mecanización del trabajo en el campo (en el último tramo había tractores desde el principio), y la extensión de la parcela se realizaba en función de la estimación de la producción total del lote y la cantidad que se consideraba suficiente para una familia .

La calidad de las tierras era distinta según las zonas o la situación, pero en general no era buena. Hubo colonos que al ver la mala calidad de las tierras, renunciaban a su lote y lo pedían en otro pueblo. Fueron tierras de secano, o tierras incultas; en muchas había salitre, piedras y la capa más fértil que pudieran tener había sido movida al realizar las nivelaciones de las parcelas que llevaba a cabo el INC. Las acequias que llevaban el agua a cada parcela estaban construidas, pero dentro de cada parcela no estaban hechos los desagües, ni las acequias más pequeñas, y, en muchos casos, los colonos tuvieron que realizar nuevas nivelaciones. Eran tierras que necesitaban mucho trabajo para que pudieran producir.

Los pueblos
El tamaño de los pueblos se diseñaba en función del tamaño de la finca y de los lotes de tierras que se pudieran hacer, a cada uno de los cuales le correspondía una casa en el pueblo, aunque, como veremos, esta relación de una casa-un lote no siempre se cumplía en la práctica y llegaron a sobrar casas . El número de casas era diferente en cada pueblo, por ejemplo en El Temple se hicieron 120, 45 en Valsalada, 180 en Bardena, 84 en Sodeto y 200 en Cartuja de Monegros. Los habitantes de tres pueblos pequeños muy cercanos, como Valsalada, San Jorge y Artasona del Llano, cada uno con unas 45 casas, piensan que un sólo pueblo más grande hubiera sido más beneficioso para ellos en los comienzos porque, por ejemplo, el almacén estaba en uno de ellos .

Las casas de los colonos eran de planta baja o de dos plantas (dependiendo del pueblo) y de diferentes tamaños, normalmente de dos tipos (las de obrero eran más pequeñas), que se asignaba a cada familia dependiendo del número de miembros que la formaran, cuantas más personas, más grande, aunque en muchos casos esta situación no se tuvo en cuenta y se sortearon los lotes sin considerar el tamaño de las familias. Muchos colonos hubieran preferido que sólo se hubieran hecho casas de un tipo, porque al no realizarse siempre un reparto justo conforme a las necesidades de cada familia, se provocaron ciertas situaciones de desigualdad en los pueblos . Pero independientemente del tamaño de las casas, las condiciones de las mismas a la llegada eran similares: no había luz ni agua, el baño (sin taza) solía estar en el patio, no había mobiliario y la parte que cobraba más importancia era la cocina, donde más vida se hacía. El espacio total ocupado por la casa era grande (unos 150-200 metros cuadrados) pero la mayoría estaba destinado al patio con el corral para los animales y el granero para almacén, haciendo más reducido el espacio habitable. La frase que más se ha repetido al comentar la primera impresión que provocó la casa es "parecía un palacio" . Pero las condiciones iniciales de las casas mejoraron en los últimos pueblos creados por el INC a finales de los 60. Aunque las calles no estaban asfaltadas, las casas tenían agua y luz.

En cuanto a los pueblos, a la llegada de los primeros habitantes estaban normalmente sin acabar, no existía todavía el alcantarillado, las calles eran de tierra, no había luz en las calles y tampoco agua. La luz llegó antes, pero algunos estuvieron sin agua corriente unos 5 años. La plaza del pueblo sí estaba construida, parece ser que era lo primero que se hacía, con la iglesia (aunque no se utilizaba hasta que no llegara el cura), la casa del cura, el edificio destinado más tarde al Ayuntamiento, las casas de los artesanos y los edificios que podían no estar en la plaza pero que también estaban destinados a un uso concreto, como las escuelas, la casa de los maestros, el almacén, etc.

A la llegada al pueblo, a los colonos les impresionaba la sensación de organización y homogeneidad del pueblo, las casas y los edificios eran todos de los mismos materiales (ladrillo o piedra) y estaban todos diseñados bajo un mismo patrón, la urbanización estaba organizada linealmente. Estos trazados urbanos contrastaban con los de los pueblos de procedencia .

La diversidad de procedencias de los colonos dio lugar a unas comunidades donde la gente no se conocía entre sí, salvo algunos grupos formados por colonos originarios de una misma localidad o comarca. El caso más frecuente era el de los colonos procedentes del pueblo viejo más cercano. En los casos de Valsalada, San Jorge y Artasona del Llano, que pertenecen al municipio de Almudévar (Huesca) y de Bardena, que pertenece a Ejea de los Caballeros (Zaragoza), esta proporción de familias procedentes del pueblo viejo es mayor que en otros pueblos, en los tres primeros pueblos podemos decir que el 80% de sus habitantes proceden de Almudévar, por lo que los nuevos habitantes no eran del todo desconocidos los unos de los otros.

Existían diferencias, entre algunos de los vecinos de los pueblos viejos de los que partían los colonos y los propios colonos, en la forma de ver el proceso de colonización. Para los primeros, las familias que se iban, dejaban una situación complicada por otra aún peor ya que entendían que iban a vivir y trabajar en una tierra que ellos conocían hasta ese momento como terrenos sin cultivar y tierras áridas de las que iban a sacar escasa producción y que, en cierta medida, pertenecían al pueblo (aunque hubiesen sido expropiadas). Así, esta visión de los pueblos de colonización se convertía en frases algo despectivas cuando veían partir a las familias de su pueblo, o a las que llegaban de otras zonas. Frases que contrastaban con la ilusión y la incertidumbre positiva que sentían los colonos .

El desarrollo de la explotación
La primera etapa del trabajo de los colonos estaba marcada por el periodo de tutela, lo que quiere decir que el INC ofrecía a los colonos las herramientas y animales necesarios para comenzar a trabajar la tierra y poder alimentarse ya que la mayoría de ellos carecían de animales o de los aperos necesarios para el trabajo en la tierra . También el INC les proporcionaba otros medios de producción si los necesitaban, pero eso suponía una mayor deuda del colono respecto al Instituto y muchos preferían tener que pedir lo menos posible .

El principal problema con que se enfrentaban los colonos era el de los propios suelos. Ahí residía la auténtica labor colonizadora: convertir suelos improductivos y de mala calidad en suelo productivos, aptos para los nuevos cultivos. Así que los primeros años fueron los más difíciles: la baja calidad de la tierra hacía que la cosecha del año fuera muy escasa. De modo que, en muchos casos, no llegaba para pagar la deuda con el INC . Esta fue la causa de no pocos abandonos de colonos incapaces de salir adelante.

Los primeros cultivos fueron el maíz, alfalfa, trigo, remolacha y arroz, por ser los que se podían adaptar mejor a los suelos de las zonas. En particular, el arroz era necesario para desalinizar los suelos mientras que otros como la remolacha respondían a la demanda de las azucareras existentes en la zona. El tipo de cultivo estaba condicionado por la calidad de la tierra y el regadío, por los cultivos que ya conocían los colonos en su zona de procedencia, por la actividad anterior que tuviera el colono y, parece que en menor medida, por las directrices del INC . En la práctica, era cada colono el que decidía cómo trabajar su lote.

Aunque la gran mayoría de los colonos ya tenían experiencia en el cultivo de la tierra, muchas veces desconocían las condiciones de los nuevos cultivos. En ese caso, la observación de lo que hacía el vecino o los comentarios entre unos y otros servía para ir aprendiendo. Otras veces, la presencia de colonos llegados de fuera de Aragón y con experiencia en diferentes cultivos como las hortalizas, frutales o el arroz, sirvieron de ejemplo.

Algunos pueblos de colonización fueron precursores en su zona en algún tipo de cultivo, influyendo en el cambio de cultivos de los agricultores que no eran colonos. Había también colonos más inquietos, y que sólo trabajaban en su lote, que, aunque eran de la zona donde se construyeron los pueblos de colonización, aprendieron por su cuenta, viajando a otras zonas, cómo cultivar los frutales y las hortalizas, y se dedicaron a estos cultivos, como por ejemplo en El Temple, Ontinar de Salz, La Cartuja de Monegros, San Juan del Flumen o la zona de las Bardenas (donde hay más influencia de las conserveras navarras) . En estos casos, como en otros menos innovadores, los colonos eran agricultores apegados a la tierra, y entendían el trabajo en la tierra como única forma de producción y medio de vida, a pesar del duro trabajo que suponía . Fueron colonos que pusieron todo su empeño en sacar adelante su explotación, cultivando únicamente en la misma ayudados por sus hijos, trabajando bien la tierra e invirtiendo la producción en mejorarla. Pero también contaba la calidad de las tierras, que difería de unas zonas a otras.

En los casos en los que el padre de familia o algún hermano mayor habían trabajado, antes de ser colonos, como jornaleros en los trabajos del INC o en otras explotaciones ajenas, lo siguieron haciendo una vez que recibieron su lote, ya que era un trabajo adquirido que daba un dinero que nunca venía mal. Estas familias, a no ser que tuvieran 2 o 3 hijos mayores que pudieran trabajar la tierra más intensivamente, tuvieron cultivos como la alfalfa, el cereal, cultivos que necesitaban menos mano de obra. Son colonos que también han trabajado duramente, después del trabajo fuera de su casa debían trabajar su propia explotación . Además de estas dos formas diferentes de afrontar la situación de los primeros años en los pueblos de colonización, existieron otras maneras de desarrollo de los lotes que combinaban distintos elementos, por ejemplo, colonos que habían sido ganaderos en la montaña, se dedicaron más a los animales.

Pero, como ya se ha señalado anteriormente, muchas familias tuvieron que irse en los primeros años porque no pudieron producir lo suficiente para pagar al INC y para comer. Solían ser familias numerosas de matrimonios jóvenes con hijos pequeños que no podían ayudar a los padres con el trabajo en la tierra o fuera de la casa con un jornal. En otros casos, la razón del abandono o expulsión del pueblo se achacaba a la falta de trabajo de los colonos .

Cuando llegaron los colonos a los pueblos, las grandes infraestructuras de regadío ya estaban terminadas y a todas las parcelas llegaba el agua, excepto, durante un pequeño periodo, en el primer pueblo que se construyó en Zaragoza, Ontinar de Salz. Pero la construcción de acequias dentro de las parcelas, los desagües, o la retirada de piedras, tuvieron que realizarlos los colonos. También llevaron a cabo segundas nivelaciones de las tierras, con los tractores que el INC ponía a su disposición y cuyos servicios tenían que pagar. En cada pueblo de colonización había unos cuantos tractores propiedad del INC, que administraba el mayoral, y que eran conducidos por tractoristas que cobraban por ese trabajo, normalmente obreros con casa en el pueblo. Podía haber también algún colono con tierra que logró hacerse con un tractor propio y trabajar para el INC en las tierras de otros colonos. Estos tractores eran alquilados por horas por los colonos para trabajar sus tierras, ya fuera para hacer esas segundas nivelaciones o para otras tareas agrícolas, y el mayoral llevaba un registro donde quedaba escrito el tiempo y la persona que lo había utilizado. Esto funcionó hasta que los colonos pudieron ir mecanizando su trabajo (años 60) y se compraron su propio tractor. En el caso de los pueblos de Cartuja de Monegros o San Juan del Flumen, construidos al final de los años 60, al llegar los colonos al pueblo, la mecanización en la agricultura estaba mucho más extendida, por lo que pronto los colonos trabajaron con su propio tractor.

Algunos colonos opinan que desde el INC se diseñaron estos pueblos sin prever que en unos años el trabajo estaría mecanizado y no se haría todo manualmente. Una de las razones que sustentan esta opinión es que en la mayoría de las casas el tractor no cabía por la entrada del patio o el corral, la entrada no estaba prevista para un tractor, así que, los que pudieron, tuvieron que hacer una entrada mayor para poder guardar el tractor y poder descargarlo . Tampoco se tuvo esto en cuenta en los últimos pueblos creados, donde el tractor era ya un medio común de trabajo, pero como los pueblos estaban diseñados años atrás, no se modificaron estos elementos de acuerdo a los cambios acaecidos en la agricultura. Otras cosas sí se tuvieron en cuenta en estos pueblos últimos, por ejemplo, los colonos no recibían ya una yegua y un carro para labrar la tierra, los lotes eran algo mayores (de unas 14 o 16 has.), se dieron tierras en parcelas separadas para compensar las distintas calidades de las zonas y el periodo de tutela fue menor que en los demás pueblos.

En la vida de los nuevos pueblos y en el desarrollo de las nuevas explotaciones jugó un papel importante la figura del mayoral.

El mayoral
Los mayorales eran, dentro del personal que pertenecía al INC, los que más contacto tenían con los colonos al vivir en el pueblo y formar parte de la vida cotidiana del mismo. Podían asesorar a los colonos en temas relacionados con el cultivo de la tierra, pero muchos colonos no necesitaban ese tipo de asesoramiento o ayuda porque sabían cómo realizar su trabajo o creían que sabían más ellos mismos. Así, el mayoral realizaba normalmente tareas más dirigidas al control de los materiales, tractores y ganado que el INC aportaba a los colonos en el periodo de tutela, o la administración del agua para regar. Su labor de seguimiento de las cuentas de los colonos y de intermediario entre los colonos y el INC era fundamental, por esta razón, en los años en los que los que el INC ejercía un control directo y de tutela sobre los pueblos, la labor del mayoral podía extenderse hasta la resolución de problemas cotidianos entre los colonos que nada tenían que ver con el trabajo en la tierra. Tenían una relación directa con el perito, que solía pasar cada semana, al menos, por los pueblos, y con él tomaba las decisiones y le informaba sobre la situación del pueblo y los colonos, aunque el jefe último era el ingeniero de zona .

Dada esta situación de intermediario entre los colonos y los peritos o ingenieros (cuya presencia en los pueblos era menor), surgían ciertas diferencias o desconfianzas entre los mayorales y los colonos, cuando estos últimos no estaban de acuerdo con las decisiones que el INC tomaba y que se personificaban en el mayoral, como el control del pago o la obligatoriedad de realizar labores que no creían que las tuvieran que realizar ellos como regar los pinos de los bosquetes de los pueblos. No hay que olvidar que se estaba bajo un régimen autoritario y paternalista y la vida en los pueblos de colonización era de mucho trabajo y escasez .

El périto
La figura del perito era menos conflictiva porque era un hombre que se veía más lejano y distante a los colonos socialmente, y, en algunos casos, era el perito el que tenía que realizar la labor de intermediario entre los mayorales y los colonos. Pero, a parte de las diferencias que podían surgir, los mayorales eran respetados y, tanto ellos como los colonos, sabían que cada uno tenía su papel dentro de la obra de colonización. Cuando esto no se tenía en cuenta eran las relaciones personales las que contaban, tanto para bien como para mal .
El presente
Los pueblos de colonización comparten en el presente ciertas problemáticas ligadas a la situación de la agricultura y el mundo rural en general, pero algunos aspectos, como la existencia de tres generaciones en unos pueblos y de dos generaciones en otros, o los años de historia de cada pueblo, suponen diferencias. La década entre 1955 y 1965 fue cuando se crearon la mayoría de los pueblos de colonización en las provincias de Zaragoza y Huesca. En esta última provincia, si se trazase una línea cronológica de izquierda a derecha, Ontinar de Salz y El Temple estarían situados en el extremo izquierdo, se crearon alrededor del año 1950, y Cartuja de Monegros y San Juan de Flumen se situarían en el extremo derecho ya que fueron construidos en 1968-69. Las diferencias mayores en el desarrollo de las generaciones se encuentran entre estos pueblos; en los primeros (que tienen 50 años de historia), la tercera generación se encuentra entre los 20 y los 30 años; en los últimos (con 25 años de historia), son los jóvenes entre esas edades los que forman la segunda generación. En los demás pueblos sí hay tercera generación y sus edades oscilan desde los 12-14 años hasta cerca de los 30.

La familia en los pueblos de colonización se ha transformado con el paso del tiempo. En la actualidad las casas no están ocupadas únicamente por familias de matrimonios con hijos jóvenes, como ocurrió en los primeros años, sino que existen diferentes tipos de núcleos familiares. Hay matrimonios de personas mayores que viven solos; matrimonios de personas mayores que viven con un hijo soltero adulto que trabaja la tierra; mujeres u hombres mayores y viudos que viven solos; matrimonios de adultos con una media de dos hijos, y que en algún caso viven con el suegro o la suegra viudos; también existen, aunque es menos común, matrimonios jóvenes sin hijos o con un hijo pequeño. El pueblo ha ido envejeciendo con sus habitantes y, de una población principalmente joven en el comienzo de los pueblos de colonización, se ha pasado a una población mayor y una menor presencia de la juventud. Algunos factores que pueden explicar este proceso son:
1) Pocos matrimonios de mayores se han ido del pueblo a vivir a la capital de provincia o con algún hijo, la mayoría de ellos permanecen en el pueblo, lo que aumenta la edad media de sus habitantes.
2) Entre los que ahora son adultos (30-65 años), la media de hijos por matrimonio ha descendido hasta dos. Además, entre los adultos, es difícil encontrar a todos los hermanos en un mismo pueblo, ya que sólo se ha quedado aquella persona que ha heredado el lote o aquélla que se ha casado con una persona heredera, o aquéllos que pudieron quedarse con un lote de los que fueron abandonados, o al menos una casa. Los que no se quedaron en el pueblo normalmente se fueron a trabajar a la capital de provincia o al pueblo cabecera del Término Municipal, disminuyendo el número de matrimonios y la posibilidad de nuevos nacimientos en el pueblo. Dado que hay más hombres herederos que mujeres, muchas de ellas se casaron con gente de fuera y dejaron el pueblo, muy pocas mujeres solteras llegaban de otros pueblos, lo que provocó que algunos herederos se quedasen solteros y sin hijos.
3) En cuanto a los que ahora son jóvenes (3ª o 2ª generación), la mayoría estudia o trabaja fuera, en Huesca o Zaragoza, y vuelven al pueblo los fines de semana o una vez al mes. Otros, aunque también estudian o trabajan fuera, hacen el recorrido hasta el lugar de estudio o trabajo cada día y duermen en el pueblo, en casa de los padres. Muchos menos son aquéllos que se quedan en el pueblo trabajando el lote de los padres. Entre los jóvenes, son las mujeres las que más salen fuera del pueblo a estudiar, y por tanto las que tienen más probabilidades de establecerse en el lugar donde hayan estudiado. Los hombres salen también a estudiar o trabajar, pero si hay tierra que trabajar, se quedan antes ellos que sus hermanas, como hicieron sus padres. Una diferencia importante entre las jóvenes y sus madres es que las primeras salen del pueblo para estudiar o trabajar, y sus madres salían del pueblo para casarse. A esto hay que sumarle que los jóvenes se casan más tarde de lo que lo hicieron sus padres.

Este proceso de envejecimiento no es único de los pueblos de colonización, se ha dado una evolución similar en el resto de los pueblos pequeños de España, pero en los primeros el proceso ha sido amortiguado por la inyección de población joven que supuso la llegada de las familias numerosas.

La obligatoriedad de que el lote sólo podía ser heredado por un único hijo ha sido importante a la hora de decidir quién se quedaba en el pueblo y quién buscaba otro lote u otro medio de vida fuera del pueblo. En algún caso ha supuesto un conflicto familiar, pero parece que la mayoría de las familias han resuelto este problema de una forma consensuada, de acuerdo a la situación de cada hijo, e intentando compensar o mejorar a los que no recibía el lote. No todos los hijos e hijas querían recibirlo, por ejemplo, los que desde jóvenes trabajaban fuera de la explotación y disponían de un trabajo, o los que se casaron con una mujer o un hombre que había heredado el lote, o aquéllos que estudiaron una carrera en Huesca o Zaragoza y se quedaron allí viviendo, o simplemente el que el trabajo en la tierra no le gustaba y recibir el lote suponía una carga que no querían . En muchos casos la herencia del lote todavía no se ha producido y, en la actualidad, algunos optan por venderlo (a vecinos del pueblo o a otros propietarios) y repartir el dinero entre los hijos, y otros dejan que la decisión la tomen los hijos una vez que los padres hayan muerto. Mientras, el lote se arrienda y es un aporte económico a la pensión de jubilación con la que vive el matrimonio de mayores .

El problema más repetido y alrededor del cual giran muchas explicaciones de la situación actual de los pueblos es que el tamaño de los lotes, de las parcelas de tierra, se considera insuficiente para que una familia pueda vivir de él exclusivamente. Algunos lotes han aumentado por el reparto de nuevas tierras que el IRYDA compró (como es el caso de Sodeto), o por la compra particular de pequeñas parcelas, pero no han sido estas prácticas generalizables a todos los pueblos . Todos los colonos que trabajan la tierra tienen maquinaria suficiente para trabajarla pero, a pesar de que la producción es mucho mayor que hace 25 años (por la maquinaria y por la mejora de la calidad de las tierras), el dinero que obtienen con ella no es suficiente. Los precios de venta de los productos cosechados han bajado y el coste de inversión en maquinaria, abonos, gasóleo, agua, mejora de regadíos, etc., necesarios para la producción, ha aumentado, así que el porcentaje de beneficio para el agricultor y su familia es muy bajo .

Las subvenciones que reciben de la Unión Europea a través de la PAC (Política Agrícola Común) por cultivar cierto tipo de cultivos, como es el caso del maíz, son criticadas por los agricultores de los pueblos de colonización porque consideran que es un freno a la producción que afecta de forma negativa a la economía del pequeño agricultor mientras que favorece a los grandes propietarios de tierras que reciben una elevada cantidad de dinero por cultivar el producto que es subvencionado, ya que se recibe por hectárea cultivada y no por el total del producto .
Existe una idea generalizada entre los habitantes de los pueblos de colonización de que la agricultura no es apoyada desde ninguna institución y son los propios agricultores los que tienen que resolver los diferentes problemas para seguir adelante, tarea que en ningún caso resulta fácil . Piensan que existe una imagen falsa sobre los agricultores, ya que no se queda en la tierra el que no sabe hacer otra cosa sino que la labor de un agricultor es una tarea complicada que implica diversos conocimientos . Así, en la actualidad hay pocos hombres (cerca de un tercio de los que había en los primeros años) que se dediquen exclusivamente a la agricultura y estén dados de alta en el Régimen Especial Agrario. Estos hombres son adultos que en muchos casos trabajan lotes arrendados a los vecinos que no trabajan su tierra.

Los tipos de cultivos de estas tierras siguen siendo maíz, alfalfa, arroz. También existen agricultores que se dedican al cultivo de las hortalizas (patatas, pimientos, cebollas), no subvencionadas por la PAC porque el precio de venta no ha bajado tanto, pero que plantea dificultades al agricultor por la necesidad de una mano de obra intensiva en el momento de la siembra y sobre todo en la recogida. En la zona de Bardenas, esta necesidad de mano de obra que en los primeros años se intentaba suplir con la familia y con los vecinos, en la actualidad es un trabajo que llevan a cabo inmigrantes norteafricanos fundamentalmente, mientras que en la provincia de Huesca y en Ontinar de Salz, son los gitanos los que desempeñan esta labor. En ambos casos, existen dificultades a la hora de contratar a estas personas durante un periodo de tiempo corto pero intensivo, ya que los agricultores dicen que no tienen las infraestructuras suficientes para acoger a todos los trabajadores en buenas condiciones y, por otro lado, tampoco es fácil la contratación al carecer muchos de ellos de los papeles necesarios para poder trabajar de forma regularizada. Creen que es un problema estructural en el que las instituciones han de tomar partido. Existen también, según los agricultores, diferencias culturales que afectan de forma negativa a sus relaciones o a la forma de entender el trabajo en la tierra.

Por otra parte, hay colonos que están especialmente sensibilizados con el tema de la inmigración porque ellos mismos se consideran inmigrantes en sus pueblos, también llegaron de fuera, con costumbres diferentes, y se ha podido trabajar y convivir bien, aunque creen que su proceso migratorio estuvo más regulado y planificado que en la actualidad .

En tierras dedicadas al cultivo de la hortaliza, algunos agricultores han introducido el riego por aspersión, que es más adecuado para estas plantas que el riego "a manta" o por inundación que se utiliza en los demás cultivos. Además permite la planificación de las horas de riego sin necesidad de que el agricultor esté presente y pase horas en el campo controlando el agua. No todos lo tienen porque necesita una fuerte inversión para su instalación.

El ganado ha desaparecido de los pueblos, pero hay colonos o hijos de colonos que se dedican a la ganadería y tienen granjas de terneros, vacas, cerdos u ovejas. La granja suele estar en el lote de tierra y el resto puede ser utilizado como forraje para el ganado. Hay otros agricultores que siguen innovando con los cultivos y han incorporado la agricultura ecológica, en la que no se utilizan productos químicos, y que cada vez es más valorada en el mercado.

A los problemas derivados de la escasez del tamaño del lote, de la baja remuneración del agricultor, de la consiguiente falta de dinero para invertir en mejoras de producción y de la bajada de los precios de venta, se suman dos problemas de actualidad que les afectan de forma negativa tanto a agricultores como a ganaderos, y que son la aprobación del Plan Hidrológico Nacional y la enfermedad de las "Vacas Locas", que ha supuesto un duro golpe para la comercialización de la carne y una bajada importante del precio. El agua es fundamental para los agricultores de los pueblos de colonización, ya que surgieron precisamente por la transformación de tierras de secano en tierras de regadío, y piensan que si tuvieran que utilizar menos agua, no sería posible mantener la tierra . Consideran que el cambio de las tierras de secano a tierras de regadío se ha logrado, a pesar de que algunas infraestructuras se van quedando algo anticuadas y no se han efectuado cambios desde su construcción hace 50 años. Cada agricultor, de forma particular, es el que introduce mejoras si puede hacerlo. El regadío ha supuesto un cambio importante del paisaje en las zonas en las que se ha introducido.

La situación problemática en la que se encuentra la agricultura, según los colonos, hace que sean pocos los jóvenes y los adultos que quieran quedarse trabajando la tierra o con ganado, y pocos mayores y adultos agricultores que animen a ello . Así que muchos lotes de matrimonios mayores que no pueden trabajar solos la tierra y que ningún hijo la quiere trabajar tampoco, son arrendados o vendidos. Los compradores o arrendadores pueden ser vecinos del mismo pueblo de colonización, como antes se ha dicho, pero pueden ser también grandes propietarios de la zona, con lo cual se puede dar la paradoja de que haya hijos de colonos que trabajen como jornaleros las antiguas tierras de un colono que ahora son de un gran propietario. A pesar de las dificultades, los que siguen labrando sus tierras encuentran ventajas en su trabajo y disfrutan con él .

Los agricultores y ganaderos de los pueblos de colonización pertenecen mayoritariamente al sindicato UAGA-COAG, el de mayor implantación en la zona, y participan activamente en las reuniones y movilizaciones que se organizan junto a los agricultores y ganaderos de los pueblos viejos. También forman parte del sindicato de regantes, necesario para el reparto y la gestión del agua entre los agricultores.

En la actualidad, en algunos de los pueblos grandes de colonización, como Ontinar o Bardena, se han construido nuevas casas y se planifica construir más para los jóvenes que quieran quedarse en el pueblo o para las personas que compran una casa para pasar el fin de semana y el verano. Los habitantes de estos pueblos, con una población de más de 600 personas y que han crecido urbanísticamente, hablan de distintos barrios dentro del pueblo y del casco antiguo, es decir, ya hay zonas diferenciadas por su construcción en distintos momentos de la historia del pueblo. Un factor importante para el crecimiento de estos pueblos ha sido la cercanía y la buena comunicación con un pueblo viejo importante o con una ciudad como Zaragoza. En el caso de Ontinar, la autopista Huesca-Zaragoza pasa al lado del pueblo, y Zaragoza está a 30 minutos en coche, lo cual supone una ventaja para los que viven en el pueblo y trabajan fuera, y para los de fuera que pasan una temporada en el pueblo. Esta situación provoca también que el pueblo sea un lugar de paso para los conductores que paran a comer, fomentando así la hostelería. En definitiva, en estos pueblos grandes con buenas comunicaciones, aunque siguen siendo eminentemente agrícolas, han surgido nuevas oportunidades de desarrollo económico distintas a la agricultura, como es la hostelería, ser lugar de segunda residencia, la construcción, el comercio, etc. En Bardena, una fuente de trabajo para hombres y mujeres, distinta a la agricultura, es la elaboración de cables en el propio domicilio, como trabajadores autónomos, para una fábrica de coches en Pamplona, otros trabajan en las fábricas de Ejea de los Caballeros. Siempre está presente en el discurso de los informantes la necesidad de una industria para que la gente del pueblo pueda trabajar en ella y no tenga que marcharse, y sea, además, una salida a la dificultad del trabajo en la agricultura .

Pero esta situación de crecimiento no se puede generalizar al resto de los pueblos de colonización, dado que cada vez hay más habitantes que se van a Huesca o a Zaragoza a vivir y ven la falta de gente joven como un problema importante. Aunque hubo un momento, como se ha comentado más arriba, en que existieron casas vacías que se ocuparon por matrimonios jóvenes de segunda generación, hubo muchas personas de esa generación (la más numerosa) que tuvo que buscarse una residencia fuera del pueblo por falta de casas y por falta de trabajo en el mismo. La construcción de nuevas casas en los corrales de las antiguas fue una práctica que se prohibió, por lo que la posibilidad de que los jóvenes tuvieran una residencia en el pueblo se vio también limitada .

De esta forma, existen dos problemas diferentes relacionados con la vivienda: 1) En los pueblos grandes que se encuentran en crecimiento, la falta de suelo urbanizable, debido a que el núcleo urbano estaba delimitado por los bosquetes y no se pensó en su crecimiento, supone un déficit de viviendas frente a la demanda existente, y por lo tanto, un freno para su desarrollo.
2) En los pueblos con 40- 80 casas y en los últimos pueblos construidos existen casas vacías y abandonadas de familias que se han ido a las capitales a vivir y cuya venta a familiares de colonos o a personas de Huesca o Zaragoza es complicada por su mal estado y la inversión que el comprador ha de hacer para arreglarlas. Pero tampoco ha habido todavía una fuerte demanda de compra que lleve a tomar la decisión de construir nuevas viviendas.

En todos los pueblos de colonización, los habitantes han realizado mejoras en sus casas; transformando parte del patio para construir la cocina o habitaciones, las viviendas suelen ser bastante amplias y con todas las comodidades que hoy en día tiene cualquier casa. En los patios, en vez de animales, hay plantas y flores. Algunas de las tiendas de los artesanos han desaparecido, bien por falta de clientes, bien por la cercanía de otros centros comerciales en la ciudad o en otro pueblo, o bien porque otros comercios llegan a vender a los pueblos con una furgoneta . Otras tiendas no sólo no han sido cerradas, sino que han aumentado el negocio, o lo han diversificado. Es el caso de los pequeños bares que ahora son restaurantes, o la pequeña tienda que ahora es el supermercado del pueblo, o el artesano que se ocupa ahora de la tienda, del banco y del bar .


Las calles están asfaltadas, las casas exteriormente siguen manteniendo la misma arquitectura homogénea y, en general, los pueblos están en buenas condiciones. Algunos accesos siguen siendo muy malos y los bosquetes que rodean el pueblo son ya grandes pinos que impiden ver las casas desde el camino de entrada al pueblo. Estos pueblos son barrios adscritos al pueblo cabecera del Término Municipal, por lo que administrativamente dependen de él. En las elecciones, cada pueblo elige a sus representantes en el Ayuntamiento del pueblo viejo y, en algunos casos, eligen también al alcalde o alcaldesa pedáneo. Esta última figura es importante porque es a través de ella como cada pueblo defiende sus propios intereses frente al municipio al que pertenecen; en los pueblos de colonización donde no se presenta nadie para ocupar el puesto de alcalde pedáneo existen más problemas de dependencia del Término Municipal, ya que la presencia en estos últimos para defender los intereses de los pueblos nuevos es menor. Muchas de estas personas son alcaldesas, mujeres adultas que trabajan para mejorar sus pueblos.

La dependencia administrativa del municipio al que pertenecen supone una falta de servicios sociales y sanitarios en los pueblos de colonización, aunque no es una problemática solamente de estos pueblos, sino de todos aquellos pueblos con pocos habitantes. La falta de servicios implica que los habitantes tengan que desplazarse varios Kms. para ir a la farmacia, a un centro médico, al Instituto de Educación Secundaria, al banco, y, por supuesto, para realizar cualquier gestión administrativa. Siguen estando abiertas las escuelas de los pueblos de colonización para que los niños reciban la educación primaria, aunque son pocos alumnos, pero si quieren seguir estudiando, desde los 11 o 12 años, han de ir cada día al pueblo cabecera del municipio a continuar su educación. Hay personal sanitario que acude dos veces por semana al local destinado para la consulta que hay en los pueblos. Pero la falta de un centro médico permanente, crea inseguridad a muchos de los habitantes mayores que temen por su salud, situación que les anima a abandonar el pueblo e irse a Huesca o Zaragoza con algún familiar, y en algún caso, a una residencia de ancianos.

Los jóvenes están habituados a salir y relacionarse con los jóvenes de los pueblos viejos y de las ciudades, ya que desde niños han salido fuera a estudiar, y el ocio y la diversión también está fuera de los pueblos, a excepción de los días en que se celebran las fiestas. Las distancias se han reducido enormemente y, por ejemplo, los jóvenes de los pueblos nuevos de la provincia de Huesca salen cada fin de semana por Huesca para divertirse. Este mayor movimiento hace que los jóvenes tengan muchos contactos fuera de su pueblo . La mayor facilidad de comunicación con el entorno, unido a la necesidad de salir del pueblo para poder llegar a ciertos servicios a los que todo ciudadano tiene derecho, hace que el coche propio sea un elemento imprescindible entre los habitantes de los pueblos de colonización en la actualidad.

Las relaciones entre los vecinos en el presente, según las personas mayores y adultas, han cambiado mucho. Los vecinos se conocen más, provocando uniones más fuertes y a la vez mayores diferencias entre otros, pero generalmente no existen conflictos importantes. El cambio fundamental en las relaciones, con respecto a los años primeros, es que cada familia y cada vecino realiza una vida más en el interior de su casa que en relación con el resto del pueblo. La frase más utilizada para explicar esta situación es: "cada uno va más a lo suyo, somos más individualistas". Situación que creen generalizable al resto de los pueblos, sean o no de colonización . Este individualismo es explicado por los vecinos mayores como una de las consecuencias de la mejora de la calidad de vida, del mayor acceso al consumo y de que todos disfruten de todo tipo de comodidades en las casas, algo muy diferente al comienzo de sus vidas en los pueblos de colonización. Han vivido un cambio importante en las condiciones de vida .

Sin embargo, los jóvenes ven su pueblo como cualquier otro de la zona, es donde siempre han vivido, aunque ahora estudien o trabajen fuera, y se encuentran a gusto en él, donde todos se conocen y forman un grupo de diversas edades. Echan de menos que no haya más gente joven y les preocupa el trabajo, aunque les gustaría vivir en el pueblo, no hay oportunidades de trabajo en él. La historia del proceso de construcción de los lugares en los que han nacido la conocen por lo que les han contado sus abuelos o padres, pero no le dan excesiva importancia .

Existen asociaciones de amas de casa, de consumidores, de la tercera edad, equipos de fútbol, grupos de baile, asociaciones culturales, grupos de artesanía como la cerámica, es decir, hay cierto movimiento asociativo y participación de los vecinos en la vida de la comunidad, y suelen ser las mujeres (que principalmente trabajan en sus casas, aunque entre las menores de 40 años hay mujeres que trabajan fuera), las que más participan y animan a los jóvenes para que lo hagan también. Los lugares de reunión son los locales de estas asociaciones, las casas, los bares, para los hombres mayores principalmente, y los jóvenes se reúnen cada vez más fuera del pueblo .

En general los hombres y mujeres que llegaron a estos pueblos, después de trabajar duramente, dicen estar contentos de haber vivido en ellos, por ser algo que ellos han construido y que nadie les ha regalado. La gran mayoría los consideran sus pueblos, el lugar donde quieren vivir (algunos, a pesar de que han comprado una casa en Huesca, no han ido un solo día a dormir allí). Sin embargo, son conscientes de las diferencias que hay respecto a los pueblos viejos, donde el arraigo creen que es mayor .

El futuro
Dado que los pueblos de colonización son eminentemente agrícolas, sus habitantes ven el futuro de los mismos ligado al de la agricultura, y, por lo tanto, complicado. Creen que seguirá creciendo el tamaño de hectáreas necesarias para poder vivir de la agricultura y piensan que las tierras serán cultivadas por muy pocos agricultores . Por la continua bajada de los precios de los productos cultivados, por la competencia con otros mercados extranjeros y por la política de subvenciones, los informantes piensan que la agricultura dejará incluso de cumplir su función de productora de mercancías para el mercado . La agricultura dará trabajo a menos personas, por lo que los habitantes de los pueblos de colonización creen que de sus pueblos, como de los pueblos viejos, se irá mucha gente a buscar trabajo fuera, probablemente a la ciudad, y por tanto, los pueblos pasarán a ser habitados por algunos jubilados y por veraneantes y residentes de fines de semana que busquen la tranquilidad del campo frente a la ciudad .

Esta situación hace pensar a algunos entrevistados que el futuro de sus pueblos, ya que no está en la agricultura, estará en el turismo rural y las posibilidades que el entorno natural ofrece, como hacer zonas protegidas ayudados por la Unión Europea, participar en proyectos europeos destinados al desarrollo, no ligado a la agricultura, de las zonas rurales, como los proyectos Leader . De hecho, algunos pueblos tienen ya una casa de turismo rural y participan en estos proyectos europeos.

Las ideas sobre el futuro no coinciden en la mayoría de los casos con lo que desearían que fuese, esto es, un pueblo con gente joven, que siguiera creciendo, donde poder disfrutar de las ventajas de la vida tranquila en los pueblos y de las comodidades de la vida diaria que el futuro depara.

Y, para finalizar, una idea que resume la situación en la que se encuentran en el presente los pueblos de colonización y sus habitantes, que muestra la evolución por la que han pasado estos pueblos y uno de los principales problemas que afectan a su futuro: "Sí estamos contentos de haber venido, el problema es que no tiene continuidad. Hemos venido aquí tranquilamente, no nos ha mandado nadie, hemos hecho lo que nos ha parecido, pero lo malo es que los hijos no se pueden quedar". (Hombre adulto 1ª generación).

Textos: Cristobal Gomez Benito